martes, 6 de noviembre de 2012

La cerveza Bíblica, un sabor sagrado

La cerveza, para muchos será sagrada. Para otros muchos, no merecerá ningún tipo de veneración litúrgica. Sin embargo, quién mejor para hacer una buena homilía de la cerveza que el libro sagrado más vendido en todo el planeta: La Biblia. Según el cristianismo, la Biblia son las escrituras que transmiten la Palabra de Dios. Todos sabemos la relación que existe entre el vino y la religión cristiana, la sangre de Cristo. Pero hasta ahora nadie nos había dicho nada de bebidas alcohólicas más allá de la atribuída según la mitología clásica a Dionisio. Veamos aquí unos proverbios en la Biblia sobre la cerveza. 

Proverbios 20:1
EL vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio.

Dicho esto, amigos, si quereis realizar una tesi doctoral dejad de frecuentar las tabernas el sábado. De lo contrario, vuestra sabiduría no se reflejará delante del Tribunal de Tesi. 


Miqueas 2:11
Si con la intención de mentirles,
llega algún embustero y les dice:
"Yo les anuncio vino y cerveza",
este pueblo lo verá como un profeta.


 
Miqueas nos anunció la buena nueva de la cerveza. Sea mentira o sea verdad, el profeta estaba cargado de razón: allá dónde haya una birra, no hay mentiras que valgan (a no ser que la esté tomando algún político en campaña electoral).  


Lucas 1:15
Tu hijo va a ser muy importante ante Dios. No tomará vino ni cerveza, y el Espíritu Santo estará con él desde antes de que nazca.
 
¡Sálvenos María! ¿Esto quiere decir que a todos los amantes de la birra no nos acompaña el Espíritu Santo? Tendremos que ir a menudo a Plaza Catalunya a reconciliarnos con las palomas.  


Provebios 31:4
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la cerveza.

Felipe, que no se nos ocurra consumir cerveza en las bodas reales. Ni siquiera dentro o fuera de España, ¡que ya tuvimos bastante con lo de los elefantes!  




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