Bien entrado noviembre, los
primeros resquicios del frío otoñal se empiezan a notar en el ambiente.
Generalmente nadie relaciona la cerveza con la cualidad de resguardarse del
frío, pero lo cierto es que ellas también pueden proporcionarnos un embriague
cálido. Las cervezas de invierno podrían ser un ejemplo, con un contenido
calórico superior al promedio y con porcentajes de alcohol ligeramente más
elevados a lo que estamos acostumbrados (entre 8 y 12%). Pero el frío no es más
que la excusa para introducir esta entrada, que hoy se relaciona con la cerveza
ecológica y artesanal. ¿Y por qué el frío toma este papel relevante en la
publicación? La relación es sencilla. La cerveza que tratamos hoy en La
Birrateca no es otra que la Cerveza Pingüí. Y bien sabido es que el pingüino,
pese a ser un ave con dificultades para volar, tiene un hábitat normalmente
glacial. Pero la cerveza que hoy
abordamos no tiene nada que ver con la serie de dibujos animados Pingu ni con
aquél personaje tan grotesco de Batman con unos cuántos quilitos de más (¿será
barriga cervecera?). La cerveza Pingüí es un proyecto iniciado por el
restaurante Atzar de Olot, que decidió elaborar su propia cerveza. Y así la nombró,
en honor al nombre del animal que, según recoge un artículo delXarxaNotícies.cat, representa la imagen que quieren reflejar: elegancia y
frescor.
Página web de Cervesa Pingüí |
La cerveza Pingüí es una
cerveza elaborada a partir de un proceso natural y artesanal con especias
africanas y productos europeos. Es como una Pale Ale de fermentación caliente de
color paja amarillenta. Tiene una acidez que provoca un largo recorrido con
burbuja fina y dulce. Una suave amargura, sin ser estridente, marca otra de sus
características. En su gamma de sabores, los toques de naranja, arándano,
violeta, pétalos de rosa, pino, piña, pera y fruas tropicales hacen de ella una
pieza armónica ideal para el olfato y el gusto. Su textura es lisa, sedosa y suave.
Básicamente, la cerveza Pingüí se elabora gracias a agua, malta de ordo, malta
de trigo, lúpulo, levadura y especias. El proceso que sigue es de alta
fermentación, con una carbonatación y maduración a baja temperatura. El grado
de alcohol es bajo: tan sólo un 5,6%.
Pingüí nace gracias a Grace
y Berna (de Olot y de NY), que se conocieron en Woodstock, Nueva York, en el
año 2001. Ambos compartían el amor por la cerveza y a partir de ahí decidieron
compartir sus vidas y viajar para ver como producían cervezas artesanales. 9
años después, él es propietario del restaurante Atzar más arriba mencionado y
ella diseñadora. Tras conocer a Dan de Barcelona, abogado y agricultor de Iowa
con gran experiencia en el mundo de la cerveza artesanal, se animan a lanzar el
proyecto. Con todo esto, “el resultado es un producto distintivo y personal”.
Página web de Cervesa Pingüí |
Con una buena cerveza en la mano siempre se supera el frío! Gracias por pensar en nosotros.
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