Cuánto más sabes, mejor te sabe. La cerveza, aunque solemos asociarla más bien con un tentempié o una conversación ligera en la barra de cualquier bar, también sirve para degustarla junto a una buena comida. En este post, os hablaremos de su maridaje con diferentes alimentos. Si seguís nuestras recomendaciones, por favor, ¡contadnos cuál a sido el resultado!
Carne
Bajo este término tan amplio se engloban multitud de recetas y sabores de muy distinta intensidad. En términos generales, os recomendamos que escojáis cervezas oscuras y con cuerpo al lado de una comida muy sazonada, y otras más claras y ligeras con la comida picante.
Con respecto al cerdo, se trata de una carne con un alto contenido graso muy presente en las recetas mediterráneas. Os recomendamos, por su carácter fuerte, que lo acompañéis de cervezas ligeras y suaves. La mayoría de nuestros embutidos son también de cerdo, y la recomendación es la misma, especialmente en el caso del chorizo. No obstante, el jamón dulce o los ahumados armonizan antes con cervezas más densas.
Lo mismo puede aplicarse a la ternera. El cordero, sin embargo, por ser una carne especiada y de sabor muy fuerte, es aconsejable acompañarla de cervezas Lager. El pollo especiado o en salsa casa muy bien con cervezas suaves, pero no es aconsejable en recetas más sobrias, ya que su suave sabor puede quedar desplazado por el de la cerveza. A partir de ahí, todo dependerá de las salsas y guisos que hayamos preparado. No obstante, destacamos nuestra pasión por una cerveza más bien fuerte acompañando una hamburguesa: la combinación de su amargor con el kétchup y la mostaza siempre triunfa.
Pescado
La cerveza es aconsejable con el pescado azul, pues su sabor es más fuerte que el del pescado blanco y no lo mata el de la bebida. Cuando se trata de pescado ahumado os aconsejamos servirlo con cervezas claras de tipo Ale y estilo Pilsen, especialmente si va acompañado de salsas. En cambio, puedes acompañar de una cerveza oscura los pescados a la espalda, muy típicos en el norte de la península, ya que habitualmente se acompañan de un sofrito fuerte que lleva ajo y perejil. Las rubias de sabor intenso casan a la perfección con el escabeche, pues rebajan su contenido ácido. No hace falta que os hablemos del pescaíto frito y otras variantes, clásicos de los domingos en la terraza.
Queso
El queso tiene un sabor muy fuerte y, aunque es difícil de abarcar en todas sus variantes, sabemos que los quesos de vaca son los que mejor saben con una cerveza. Sin embargo, cabe hacer una especial mención al queso manchego (de oveja). Por su toque ácido y fuerte pega especialmente con las cervezas de abadía, de matices florales y frutales. Mientras el queso es joven, de textura blanda, es recomendable acompañarlos de cervezas Lager, bien frescas. Cuando van ganando maduración, pueden ir subiéndose también el grado, cuerpo y aroma de la cerveza que los acompaña. Los más curados combinan bien con la cerveza negra, y lo de estilo Roquefort con las aromáticas.
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